jueves, 21 de noviembre de 2013

REFERENCIAS

BIOGRAFÍAS: 
ARTÍCULOS CIENTÍFICOS:
PRESENTACIÓN EN POWERPOINT:
  • Perea, C. (2007), Modulo de paradigmas de la investigación social, Escuela de Ciencias sociales, artes y humanidades. Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD. Bogotá, Colombia.
  • Cibergrafía Salazar, IC (2004). El paradigma de la complejidad en la Investigación social. Educere, 8 (24) 22-25. Recuperado dehttp://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35602404
  • http://www.slideshare.net/angellous/paradigmas-emergentesde-la-investigacin-social-21910466

Presentación Power Point


Paradigmas emergentes de la investigación social

miércoles, 20 de noviembre de 2013

ARTÍCULO: Holística, una luz vertebrada para el cambio

HOLISTICA: UNA LUZ VERTEBRADORA PARA EL CAMBIO
Holistic: a guiding ligth for change
Prof. Gamal Abdel Cerda E.
Resumen
La modernidad muestra signos de una sociedad “ansiógena”; al ser humano le resulta difícil
adherirse al cambio, a un progreso permanente y vertiginoso, cuya rapidez lo perturba y
desestabiliza. Emerge el desencanto, la abulia o el desenfreno; la exaltación de los derechos
y, a la vez, una ingenua justificación que soslaya deberes inseparables a éstos. Opciones de
vida que trasuntan, por una parte, una búsqueda de felicidad individual, con una valoración
del placer, en un intento de ser más que nada “él mismo”, o bien el escape, la
autocomplacencia, la enajenación, verse a sí mismo como ajeno al mundo, incapaz de
integrarse a él, desagregado.
Una mirada retrospectiva de la humanidad permite constatar, por un lado, que esta situación
de crisis no es nueva; pero, por otro, rastrear y rescatar los planteamientos, ideas y
propuestas de filósofos, científicos y educadores frente a ello. Se observa, en este proceso, un
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conjunto de ideas vertebradoras, axiales y fundantes, que convergen en un paradigma global,
totalizante, holístico. Una respuesta amplia, integral y unificadora, para fenómenos de iguales
características. La educación debe atender y acoger estas ideas, capitalizando la oportunidad
que le ofrece la reforma educacional en marcha.
Abstract
A pervading anxiety marks our society. Men and women find themselves disturbed by
permanent and rapid changes. The result can be disenchantment, abulia, or unrestraint. Often
the result is an overinsistence on rights, with no acknowledgement of the duties that
accompany them. Some people opt for personal happiness, placing a high value on pleasure in
order to “be themselves”. Others choose to escape, to be self-complacent, to alienate
themselves from the world. Indeed, some consider themselves incapable of finding integration
with the world.
A look back at history, though, shows that this crisis is not new and that philosophers,
scientists, and educators have already formulated ideas and proposals on how to face such
times. Their thoughts form a common body of ideas that act as a key bone or an axic which is
a global, total, holistic paradigm. What they have said in response to their circumstance is a
broad, integrated and unifying answer for our own age. Education must pick up these ideas,
taking advantage of the current educational reform.
INTRODUCCION
La educación chilena, al igual que en el resto del mundo, se ve expuesta a innumerables
desafíos que provienen de la dinámica actual de la sociedad en su conjunto, signada por el
sello del cambio vertiginoso, exigente y profundamente perturbador. La globalización, las
redes de información, los medios de comunicación de masas permean al individuo,
entregando, o al menos perfilando, en él una visión de mundo, que éste hace propia, y de la
cual no necesariamente tiene conciencia. Surge así una inevitable tensión entre lo universal y
lo singular, situación que implica ventajas y riesgos, entre los cuales se vislumbra uno difícil
de obviar, “que el carácter único de cada persona, su vocación de escoger su destino y
realizar todo su potencial, en la riqueza mantenida de sus tradiciones y de su propia cultura,
se ve amenazada por las evoluciones que se están produciendo” (Delors 1996: 12).
El peligro actual de nuestra cultura radica, entre otras cosas, en precipitar al hombre a un
vacío ausente de carácter axiológico, y a una desintegración ética, que se expresa en la
adopción de posturas extremas sobre una u otra materia o en un relativismo errático, “se
habla de éticas de bolsillo, destinadas a resolver sólo el caso individual” (Roa 1995: 420. La
atmósfera del vivir evidencia una época del postdeber, proclamando y enarbolando derechos,
pero soslayando la íntima e indisoluble unión que éstos poseen con los deberes, observándose
una actitud complaciente o indolente respecto de ellos. La existencia propiamente humana,
como lo señala Gastón Berger, “no se vive simplemente, sino que se vive por algo” (cit. en
González 1994: 18); ello implica que la existencia humana involucra un fundamental
compromiso de sentido, enraizado y proyectado en objetivos libres y consecuentemente
asumidos. Le Senne enfatizaba: “la única manera de conocer el valor es tratando de valer,
vivenciando el valor”. Corresponde al hombre sobreponerse y experimentar esa insoslayable
dialéctica de su desamparo ontológico y el afán de plenitud subsistencial. Paralelamente, la
sociedad reclama sujetos capaces de insertarse adecuadamente en esta macluhiana aldea
global, enrostrando a las instituciones acreditadas y creadas, en su seno, a responder a estas
necesidades. El sistema educativo, entonces, es blanco permanente de estas demandas, se
exige que la educación fomente en el individuo la capacidad de apreciar el valor de la libertad
y las aptitudes que permitan responder a sus retos, que lo prepare para el logro de la
autonomía y la responsabilidad, para que pueda manejar situaciones difíciles e inciertas. Estas
demandas y exigencias deben ser atendidas, paradojalmente, en función de una mentada y
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an-tecedida sociedad, que por sus características prospectivas es esencialmente difusa y
sujeta a error. “¿Cómo podríamos especificar un futuro que no nos pertenecerá porque será
hecho en el vivir de nuestros hijos e hijas, y no por nosotros mismos? ¿Acaso queremos
quitarles a ellos la responsabilidad y hacer nosotros el mundo en que ellos harán y vivirán
especificándolo desde ahora?” (Maturana y Nisis de Rezepka 1995: 9).
Esta multiplicidad de hechos requiere la adscripción a un paradigma que permita zanjar o
yuxtaponerse sincrónicamente a esta demandante y maleable estructura social. Paradigma
que, en términos de Kuhn1, se refiere a una matriz disciplinaria que en un determinado
momento direcciona el quehacer de la humanidad. Al interior de la es-tructura social, la
educación cuenta con un inestimable doble estatus puede ser, por una parte, vocera y
receptora de un determinado paradigma, como ha sucedido la mayoría de las veces en su
desarrollo, o puede modificar el mismo en función de su propio thelos. “La educación –formal
y/o informal– transmite las pautas latentes, censura las “visiones” incompatibles y enseña
el modo correcto de interpretar los estímulos” (Toledo 1996: 3)2.
Se está ad portas de un giro trascendente, prohumano, con la irrupción de una emergente
conciencia de responsabilidad universal, donde los macrosistemas confluyen y se
interrelacionan en forma ecosistémica. Dwight Allens dice que el siglo XX podría ser recordado
en la historia por el triunfo de la Persona; esta nueva cosmovisión pone en entredicho los
actuales paradigmas educativos, requiriendo perspectivas amplias, pacientes y concertadas;
perspectivas que sinteticen en forma equilibrada y dinámica los retos de una sociedad en
cambio, respetando la singularidad del sujeto y el ecosistema3. Frente a esta posible y
emergente aporía se postula un paradigma holístico.
Hombres y mujeres deberán ser sujetos íntegros, autónomos y responsables de su vivir, pues
lo harán a partir de sí. “La tarea educacional consiste en la creación de condiciones que guían
y apoyan al niño en su crecimiento como un ser capaz de vivir en el autorrespeto y respeto
por el otro, que puede decir no o sí desde sí mismo, …y cuya identidad no se funda en la
oposición o diferencia con respecto a los otros, ...pues no teme desaparecer en la relación”
(Maturana, Nisis de Rezepka 1995: 11).
PARADIGMA Y EDUCACION HOLISTICA
Holístico, ya en su raíz etimológica holos, “todo”, “entero”, “completo”, refiere y da cuenta de
un modo de considerar la realidad, primariamente como totalidades, “todos” , estructuras
cuyos elementos o miembros se encuentran funcionalmente relacionados entre sí. Una
especie de Espíritu-entidad, Nous, en la concepción de Anaxágoras y los neoplatónicos, que
compromete todos los procesos del universo. Esta visión de conjunto-estructura, que define y
da sentido a sus elementos constitutivos, se encuentra, en similares términos, en los
psicólogos gestaltistas; Ehrenfels planteaba que en un todo organizado subsiste una cualidad
particular “gestaltqualität”, fuera y por encima de la suma de los componentes sensoriales,
idea que recoge y profundiza Wertheimer al señalar que “las partes están, pues, subordinadas
a la totalidad; por ello es imposible comprender un todo estructural a partir de sus
ingredientes o partes, puesto que los atributos de éstas, en la medida que son accesibles a
una definición, quedan establecidas mediante sus relaciones con la configuración total que
integran” (cit. en Papp 1983: 365). En el mismo orden de ideas, Köhler vincula estos
principios perceptivos al aprendizaje, al sostener el concepto de Einsicht, como aquella
repentina visión interna, que reviste de pronto en el sujeto, el objeto o problema, en la nueva
totalidad de la Gestalt.
Kurt Goldstein va más allá de estos principios que guían la percepción en la psicología
gestáltica, desarrollando la idea de organismos individuales como entidades “holísticas”, no
sólo en un sentido vitalista. Para él, en todo organismo existe una relación holística en los
comportamientos; los organismos son, pues, sistemas que funcionan como un todo, de tal
suerte que un estímulo dado debe producir cambios en el organismo entero4.
Jan Smutts, por otra parte, reconoce en el holismo un modo de contestar a la cuestión de
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cómo diversos elementos o factores forman una totalidad o unidad distinta de ellos en un
proceso de síntesis creadora; los todos resultantes de tal proceso son dinámicos,
evolucionarios y creadores. En el universo holístico el holismo es el factor universal y el
concepto básico; en dicho universo todo tiende a la formación del todo holístico que es la
personalidad.
Quienes adhieren al enfoque holístico testimonian la irrupción de una nueva era, en donde
todo tiende a unirse. El universo, y todo lo que forma parte de él, incluida la especie humana,
está unificado, interconectado, en algo global, “somos parte del mismo proceso que creó a las
estrellas, y estamos hechos de la misma materia. Todas las facetas de la experiencia humana
intuitiva, imaginativa, estética, emocional y espiritual, así como el intelecto racional, son
necesarias para captar completamente la profundidad imponente de nuestra existencia”
(Miller, cit. en Olivos et al. 1992: 3). Esta interconexión esencial permite al hombre una
profunda comprensión de la integralidad, que se traduce en todos los actos de su cotidianidad,
expresándose en una disponibilidad y apertura irrestricta hacia las demás criaturas en un
amor incondicional y justo, especialmente a aquellos seres de la naturaleza que se
encuentran en proceso de desarrollo como el niño, sujeto central del quehacer pedagógico.
Los actuales paradigmas mecánico-causales son “responsables del actual “desencantamiento”
del mundo que conlleva la desesperanza existencial –o aprendida en términos psicológicos5
de la cual somos testigos en nuestro cotidiano vivir. De lo que se trata, ahora, es revertir esta
simplificada manera de contemplar el mundo, redescubriendo y reencantando la realidad al
aceptar que no todo lo importante, válido y real se capta por los sentidos, o se estructura en
una lógica desprovista de sentimientos. Se trata de rescatar la pluridimensionalidad de la
realidad y la vida,... en una síntesis original, a través de una vida personal, subjetivamente
vivida” (Montino et al. 1996: 23). Un retorno óntico, en la medida que toda disciplina, marco
teórico, ámbito, cualquier especificidad, ha sido producto de abstracciones metodológicas, que
han generado microrrealidades, que afanan nuestro hacer, pero que no pueden desembocar
en el olvido de que la realidad es una.
Innumerables pensadores han perfilado a lo largo del tiempo ideas educativas con profundo
sentido holístico. Todos ellos comparten una filosofía que considera al hombre con todas sus
potencialidades, y que manifiesta un profundo respeto por la vida y por cada persona. “La
educación holística proclama y reivindica la totalidad del ser humano; propicia métodos y
técnicas que tienden al desarrollo del ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, pero
en todas las dimensiones de su ser” (Salas et al. 1995: 17)
Sócrates con su ejemplo de vida y el desarrollo de la mayéutica, arte de dar a luz la verdad,
testimonia este sentido al decir que no es el maestro el que enseña al alumno, sino el
interlocutor que “ayuda” a su interdicto a realizar una conversión sobre sí mismo,
interrogando por medio de la mayéutica hasta que la inteligencia menos instruida descubre
por sí misma lo que creía ignorar. En Platón, su discípulo, se encuentra una pedagogía
fundada en dos ejes rectores: la música, indispensable para el cultivo del espíritu, y la
gimnástica, que fortalece la disciplina necesaria para el autodominio personal y la energía o
vigor necesario para la búsqueda sistemática del conocimiento. Música y Gimnástica
constituyen una unidad indisoluble, proporcionando al cuerpo y al alma toda la belleza y
perfección de que son susceptibles. El sujeto debe decidir si recorre y asciende la escarpada y
difícil pendiente de la caverna6, para acceder a la contemplación de la verdadera realidad, o
se mantiene atado a un mundo de sombras. Teilhard de Chardin habla de la noósfera, un
tejido planetario invisible de conciencia en desarrollo, una nueva envoltura “más expansiva
que el vapor, más conductora que el metal, más asimiladora que toda la materia orgánica”
(cit. en Papp 1983: 277). Un elan vital –impulso vital– en términos bersongnianos, que
subyace a la vida desde sus orígenes, y dirige su evolución siguiendo caminos divergentes.
Leibniz expresa que, por debajo del universo material, existe una realidad metafísica que le
sirve de base y lo genera, un universo de mónadas, unidades que incorporan la información
del todo. Alfred Whitehead describió a la naturaleza como un conjunto en expansión, cuyos
acontecimientos no terminan en la percepción sensorial; dualismos como materia-espíritu, son
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falsos, la realidad es inclusiva y entrelazada. El exhorto de Plutarco se vuelve actual: la
necesidad es escuchar la voz de la ciencia y de la poesía como una misma melodía creadora
de mundos nuevos. Esta visión de totalidad está bellamente expresada en una sutra budista:
“En el cielo de Indra se dice que hay una red de perlas dispuesta de tal manera que si miras a
una ves a todas las demás reflejadas a ella. Del mismo modo, cada objeto del mundo no es
solamente él mismo, sino que implica a todo otro objeto, y de hecho es cada uno de los otros
objetos” (Ferguson, cit. en Bohm 1992: 32). El hinduismo, por su parte, reconoce seis niveles
en la realidad, pero que no son regiones separadas, los niveles superiores interpenetran
completamente los inferiores, que están formados y sostenidos por sus actividades, “una
interpenetración unidimensional con equivalencia. Una especie de holo-arquía existente en
cada nivel de jerarquía” (Wilber, cit. en op. cit., 1992: 181). Esta visión es concordante con
los avances de la física moderna; al decir de Fritjof Capra, “la teoría cuántica nos obliga a ver
el universo, no como una colección de objetos físicos, sino más bien como una red compleja
de relaciones entre las distintas partes de un todo unificado… Todas las partículas se
componen dinámicamente unas de otras de manera autoconsciente, y en ese sentido puede
decirse que “contienen” la una a la otra” (cit. en Wilber 1992: 182).
Las investigaciones del cerebro han permitido acumular una serie de antecedentes que vienen
a confirmar gran parte de las reflexiones anteriores. El trabajo de los llamados
neurocientíficos y biopsicólogos ha reportado evidencias para entender que a los
comportamientos humanos subyace una base neurobiológica7. Ello ha devenido en el
reconocimiento de una especie de cartografía cerebro-funcional, donde el reconocimiento de
la hemisferización es el hito señero. Linda Campbell advierte del peligro involucrado en el
enfoque reduccionista de este hecho, que ha llegado a extremos de considerar a las personas
como “cerebro derecho” o “cerebro izquierdo”, ignorando la plenitud de propio ser. No
obstante, esto mismo ha permitido a la educación emerger con propios bríos en el “reino
autocrático del hemisferio izquierdo, suplantando una democracia de todo el cerebro en su
provecho” (cit. en Olivos 1992: 46). Los hemisferios resultan, a este respecto, como
diferentes en términos de la eficiencia con la cual procesan determinada información.
Los antecedentes en la historia del pensamiento resultan innumerables, y podrían
eventualmente continuar al infinitum; pero en todos ellos se ha dejado atisbar una idea
central y conductora, la conciencia de un universo global, que devela al ser del hombre, y las
restantes criaturas, su interdependencia sustancial. El país no puede permanecer ajeno a este
sentido y la Reforma Educacional emprendida por la educación chilena abre promisorias
perspectivas en este aspecto, instando a la educación y los agentes educativos a ser
protagonistas de este enfoque, que hoy posee un terreno fértil para su desarrollo. La
presencia de ideas marco, en la reforma emprendida, testimonia su sentido último: mejorar la
calidad y la equidad del aprendizaje en los alumnos. Esto es un proceso gradual, y del cual las
instituciones educativas no pueden ni se deben restar, pues postula vertebrar, desde las
propias escuelas, el cambio esperado y aludido, asumiendo el Estado la creación y concreción
de las condiciones, estímulos y apoyos para ello.
Este cambio, en primer término, va desde una definición estatal de planes y programas de
estudios obligatorios, a un marco curricular básico en términos de objetivos y contenidos
mínimos obligatorios, otorgando libertad a los establecimientos para que elaboren sus propios
programas. De este modo, las comunidades escolares ejercen la facultad de desarrollar una
propuesta específica que satisfaga las necesidades de sus alumnos, expresada en el proyecto
educativo de la institución. En segundo término, se modifican los criterios de selección y
organización de los objetivos y contenidos de los ramos tradicionales del proceso formativo,
acogiendo los cambios sociales y culturales propios que el proceso de modernización del país
plantea.
En este escenario, el educador debe acoger el paradigma holístico como un modelo
perfectamente congruente con esta oportunidad única. Las experiencias educativas holísticas
han demostrado su enorme potencial humano: Neill y Summerhill, una pedagogía de la
libertad; Kurt Hahn y el método hacia afuera; Rudolph Steiner y sus escuelas Waldorf;
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Pestalozzi, Alcott, Dewey, Freinet, Decroly, Corsini, y tantos otros. Tal vez estos pensamientos
de María Montessori sean un mejor reflejo de esta fuente inagotable: “Debemos elevarnos
como seres cósmicos en comunión profunda con el universo y la eternidad. Debemos
restablecer la unidad de nuestro planeta y de nuestros seres con el universo y la divinidad.
Debemos tener nuestras raíces en la tierra y nuestros corazones en el cielo. Debemos vernos
como células de un universo que está cada vez más consciente de sí mismo y de nosotros”
(Gang, cit. en Olivos 1992: 61).
NOTAS
1 Cfr. Thomas Kuhn, 1993, Posdata: 268 ss.
2 En el mismo orden de cosas Jacques Delors señala “… el mejoramiento del sistema educativo
obliga al políti-co a asumir plenamente su responsabilidad. En efecto, ya no puede
comportarse como si el mercado fuese capaz de corregir por sí solo los defectos existentes o
como si una especie de autorregulación bastara para hacerlo” (Delors 1996: 24).
3 Singh, Karan plantea: “Hay que preservar la ecología del planeta de las destrucciones
irreflexivas y de la explotación salvaje y enriquecerla en beneficio de las generaciones que
aún no han nacido; hay que promover un modo de consumo más equitativo basado en los
límites del crecimiento en lugar del despilfarro sin tasa” (cit. en Delors 1996: 259).
4 “La psicología de Goldstein está basada en el principio de igualación de la energía
(homeostasis)… La energía no se puede perder, desaparecer o acabar, sólo se transforma y
trasmite de una parte a otra del organismo o se descarga cuando surge un estado de
hipertensión” (Montino et al. 1996: 119). El organismo sobrevive en el mundo en la medida
que negocia con el ambiente en su proceso de autoactualización, la idea de un sistema
abierto, planteada esclarecidamente por Bertalanffy.
5 Véase Feldmann: Psicología con aplicaciones para Iberoamérica, 1996: 202 ss.
6 Véase La República, Libro VII, 514a ss.
7 Célebres son los casos de Phineas Gage (descritos por Harlow en el siglo XIX), Andrea Fyie,
y de Cindy Gluccles (cit. en Feldman, 1996: 70; 42 y 73 respectivamente): “…los dos
hemisferios del cerebro están especializados para dos modos diferentes de conciencia, dos
maneras diferentes de conocimiento del mundo. El funcionamiento del modo izquierdo es
verbal, analítico, simbólico, abstracto, temporal, racional, digital, lógico y lineal. El
funcionamiento del lado derecho es no verbal, sintético, concreto, análogo, no temporal, no
racional, espacial, intuitivo y holístico” (Salas et al. 1995: 108).
Universidad San Sebastián
Diagonal Pedro Aguirre Cerda 1225
Concepción, Chile
BIBLIOGRAFIA
BOHM, D., CAPRA, F., FERGUSON, M., WEBER R., WILBER, K., PRIBRAM, K., KEEN, S.,
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TOLEDO, U. 1996. De Paradigmas y modernidad. Universidad San Sebastián, Concepción,
Chile (paper).

ARTÍCULO: Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas


Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas
Marcelo Arnold, Ph.D. y Francisco Osorio, M.A. Departamento de Antropología. Universidad de
Chile.
Introducción
En un sentido amplio, la Teoría General de Sistemas (TGS) se presenta como una forma sistemática
y científica de aproximación y representación de la realidad y, al mismo tiempo, como una
orientación hacia una práctica estimulante para formas de trabajo transdisciplinarias.
En tanto paradigma científico, la TGS se caracteriza por su perspectiva holística e integradora, en
donde lo importante son las relaciones y los conjuntos que a partir de ellas emergen. En tanto
práctica, la TGS ofrece un ambiente adecuado para la interrelación y comunicación fecunda entre
especialistas y especialidades.
Bajo las consideraciones anteriores, la TGS es un ejemplo de perspectiva científica (Arnold &
Rodríguez, 1990a). En sus distinciones conceptuales no hay explicaciones o relaciones con
contenidos preestablecidos, pero sí con arreglo a ellas podemos dirigir nuestra observación,
haciéndola operar en contextos reconocibles.
Los objetivos originales de la Teoría General de Sistemas son los siguientes:
a. Impulsar el desarrollo de una terminología general que permita describir las características,
funciones y comportamientos sistémicos.
b. Desarrollar un conjunto de leyes aplicables a todos estos comportamientos y, por último,
c. Promover una formalización (matemática) de estas leyes.
La primera formulación en tal sentido es atribuible al biólogo Ludwig von Bertalanffy (1901-1972),
quien acuñó la denominación "Teoría General de Sistemas". Para él, la TGS debería constituirse en
un mecanismo de integración entre las ciencias naturales y sociales y ser al mismo tiempo un
instrumento básico para la formación y preparación de científicos.
Sobre estas bases se constituyó en 1954 la Society for General Systems Research, cuyos objetivos
fueron los siguientes:
a. Investigar el isomorfismo de conceptos, leyes y modelos en varios campos y facilitar las
transferencias entre aquellos.
b. Promoción y desarrollo de modelos teóricos en campos que carecen de ellos.
c. Reducir la duplicación de los esfuerzos teóricos
d. Promover la unidad de la ciencia a través de principios conceptuales y metodológicos
unificadores.
Como ha sido señalado en otros trabajos, la perspectiva de la TGS surge en respuesta al
agotamiento e inaplicabilidad de los enfoques analítico-reduccionistas y sus principios mecánicoMarcelo
Arnold. Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas. Cinta de Moebio. Nº3. Abril de 1998. Facultad de Ciencias Sociales.
Universidad de Chile.
causales (Arnold & Rodríguez, 1990b). Se desprende que el principio clave en que se basa la TGS
es la noción de totalidad orgánica, mientras que el paradigma anterior estaba fundado en una
imagen inorgánica del mundo.
A poco andar, la TGS concitó un gran interés y pronto se desarrollaron bajo su alero diversas
tendencias, entre las que destacan la cibernética (N. Wiener), la teoría de la información
(C.Shannon y W.Weaver) y la dinámica de sistemas (J.Forrester).
Si bien el campo de aplicaciones de la TGS no reconoce limitaciones, al usarla en fenómenos
humanos, sociales y culturales se advierte que sus raíces están en el área de los sistemas naturales
(organismos) y en el de los sistemas artificiales (máquinas). Mientras más equivalencias
reconozcamos entre organismos, máquinas, hombres y formas de organización social, mayores
serán las posibilidades para aplicar correctamente el enfoque de la TGS, pero mientras más
experimentemos los atributos que caracterizan lo humano, lo social y lo cultural y sus
correspondientes sistemas, quedarán en evidencia sus inadecuaciones y deficiencias (sistemas
triviales).
No obstante sus limitaciones, y si bien reconocemos que la TGS aporta en la actualidad sólo
aspectos parciales para una moderna Teoría General de Sistemas Sociales (TGSS), resulta
interesante examinarla con detalle. Entendemos que es en ella donde se fijan las distinciones
conceptuales fundantes que han facilitado el camino para la introducción de su perspectiva,
especialmente en los estudios ecológico culturales (e.g. M.Sahlins, R.Rappaport), politológicos (e.g.
K.Deutsch, D.Easton), organizaciones y empresas (e.g. D.Katz y R.Kahn) y otras especialidades
antropológicas y sociológicas.
Finalmente, el autor quiere agradecer a Juan Enrique Opazo, Andrea García, Alejandra Sánchez,
Carolina Oliva y Francisco Osorio, quienes dieron origen a este documento en una versión de 1991,
bajo el proyecto de investigación SPITZE.
Definiciones Nominales para Sistemas Generales
Siempre que se habla de sistemas se tiene en vista una totalidad cuyas propiedades no son
atribuibles a la simple adición de las propiedades de sus partes o componentes.
En las definiciones más corrientes se identifican los sistemas como conjuntos de elementos que
guardan estrechas relaciones entre sí, que mantienen al sistema directo o indirectamente unido de
modo más o menos estable y cuyo comportamiento global persigue, normalmente, algún tipo de
objetivo (teleología). Esas definiciones que nos concentran fuertemente en procesos sistémicos
internos deben, necesariamente, ser complementadas con una concepción de sistemas abiertos, en
donde queda establecida como condición para la continuidad sistémica el establecimiento de un
flujo de relaciones con el ambiente.
A partir de ambas consideraciones la TGS puede ser desagregada, dando lugar a dos grandes grupos
de estrategias para la investigación en sistemas generales:
a. Las perspectivas de sistemas en donde las distinciones conceptuales se concentran en una
relación entre el todo (sistema) y sus partes (elementos).
Marcelo Arnold. Introducción a los Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas. Cinta de Moebio. Nº3. Abril de 1998. Facultad de Ciencias Sociales.
Universidad de Chile.
b. Las perspectivas de sistemas en donde las distinciones conceptuales se concentran en los
procesos de frontera (sistema/ambiente).
En el primer caso, la cualidad esencial de un sistema está dada por la interdependencia de las partes
que lo integran y el orden que subyace a tal interdependencia. En el segundo, lo central son las
corrientes de entradas y de salidas mediante las cuales se establece una relación entre el sistema y
su ambiente. Ambos enfoques son ciertamente complementarios.
Clasificaciones Básicas de Sistemas Generales
Es conveniente advertir que no obstante su papel renovador para la ciencia clásica, la TGS no se
despega –en lo fundamental– del modo cartesiano (separación sujeto/objeto). Así forman parte de
sus problemas tanto la definición del status de realidad de sus objetos, como el desarrollo de un
instrumental analítico adecuado para el tratamiento lineal de los comportamientos sistémicos
(esquema de causalidad). Bajo ese marco de referencia los sistemas pueden clasificarse de las
siguientes maneras:
a. Según su entitividad los sistemas pueden ser agrupados en reales, ideales y modelos.
Mientras los primeros presumen una existencia independiente del observador (quien los
puede descubrir), los segundos son construcciones simbólicas, como el caso de la lógica y
las matemáticas, mientras que el tercer tipo corresponde a abstracciones de la realidad, en
donde se combina lo conceptual con las características de los objetos.
b. Con relación a su origen los sistemas pueden ser naturales o artificiales, distinción que
apunta a destacar la dependencia o no en su estructuración por parte de otros sistemas.
c. Con relación al ambiente o grado de aislamiento los sistemas pueden ser cerrados o
abiertos, según el tipo de intercambio que establecen con sus ambientes. Como se sabe, en
este punto se han producido importantes innovaciones en la TGS (observación de segundo
orden), tales como las nociones que se refieren a procesos que aluden a estructuras
disipativas, autorreferencialidad, autoobservación, autodescripción, autoorganización,
reflexión y autopoiesis (Arnold,M. & D.Rodríguez. 1991).
Bases Epistemológicas de la Teoría General de Sistemas
Según Bertalanffy (1976) se puede hablar de una filosofía de sistemas, ya que toda teoría científica
de gran alcance tiene aspectos metafísicos. El autor señala que "teoría" no debe entenderse en su
sentido restringido, esto es, matemático, sino que la palabra teoría está más cercana, en su
definición, a la idea de paradigma de Kuhn. El distingue en la filosofía de sistemas una ontología de
sistemas, una epistemología de sistemas y una filosofía de valores de sistemas.
La ontología se aboca a la definición de un sistema y al entendimiento de cómo están plasmados los
sistemas en los distintos niveles del mundo de la observación, es decir, la ontología se preocupa de
problemas tales como el distinguir un sistema real de un sistema conceptual. Los sistemas reales
son, por ejemplo, galaxias, perros, células y átomos. Los sistemas conceptuales son la lógica, las
matemáticas, la música y, en general, toda construcción simbólica. Bertalanffy entiende la ciencia
como un subsistema del sistema conceptual, definiéndola como un sistema abstraído, es decir, un
sistema conceptual correspondiente a la realidad. El señala que la distinción entre sistema real y
conceptual está sujeta a debate, por lo que no debe considerarse en forma rígida.
La epistemología de sistemas se refiere a la distancia de la TGS con respecto al positivismo o
empirismo lógico. Bertalanffy, refiriéndose a si mismo, dice: "En filosofía, la formación del autor
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siguió la tradición del neopositivismo del grupo de Moritz Schlick, posteriormente llamado Círculo
de Viena. Pero, como tenía que ser, su interés en el misticismo alemán, el relativismo histórico de
Spengler y la historia del arte, aunado a otras actitudes no ortodoxas, le impidió llegar a ser un buen
positivista. Eran más fuertes sus lazos con el grupo berlinés de la Sociedad de Filosofía Empírica en
los años veintitantos; allí descollaban el filósofo-físico Hans Reichenbach, el psicólogo A. Herzberg
y el ingeniero Parseval (inventor del dirigible)". Bertalanffy señala que la epistemología del
positivismo lógico es fisicalista y atomista. Fisicalista en el sentido que considera el lenguaje de la
ciencia de la física como el único lenguaje de la ciencia y, por lo tanto, la física como el único
modelo de ciencia. Atomista en el sentido que busca fundamentos últimos sobre los cuales asentar
el conocimiento, que tendrían el carácter de indubitable. Por otro lado, la TGS no comparte la
causalidad lineal o unidireccional, la tesis que la percepción es una reflexión de cosas reales o el
conocimiento una aproximación a la verdad o la realidad. Bertalanffy señala "[La realidad] es una
interacción entre conocedor y conocido, dependiente de múltiples factores de naturaleza biológica,
psicológica, cultural, lingüística, etc. La propia física nos enseña que no hay entidades últimas tales
como corpúsculos u ondas, que existan independientemente del observador. Esto conduce a una
filosofía ‘perspectivista’ para la cual la física, sin dejar de reconocerle logros en su campo y en
otros, no representa el monopolio del conocimiento. Frente al reduccionismo y las teorías que
declaran que la realidad no es ‘nada sino’ (un montón de partículas físicas, genes, reflejos, pulsiones
o lo que sea), vemos la ciencia como una de las ‘perspectivas’ que el hombre, con su dotación y
servidumbre biológica, cultural y lingüística, ha creado para vérselas con el universo al cual está
‘arrojado’ o, más bien, al que está adaptado merced a la evolución y la historia".
La filosofía de valores de sistemas se preocupa de la relación entre los seres humanos y el mundo,
pues Bertalanffy señala que la imagen de ser humano diferirá si se entiende el mundo como
partículas físicas gobernadas por el azar o como un orden jerárquico simbólico. La TGS no acepta
ninguna de esas visiones de mundo, sino que opta por una visión heurística.
Finalmente, Bertalanffy reconoce que la teoría de sistemas comprende un conjunto de enfoques que
difieren en estilo y propósito, entre las cuales se encuentra la teoría de conjuntos (Mesarovic) ,
teoría de las redes (Rapoport), cibernética (Wiener), teoría de la información (Shannon y Weaver),
teoría de los autómatas (Turing), teoría de los juegos (von Neumann), entre otras. Por eso, la
práctica del análisis aplicado de sistemas tiene que aplicar diversos modelos, de acuerdo con la
naturaleza del caso y con criterios operacionales, aun cuando algunos conceptos, modelos y
principios de la TGS –como el orden jerárquico, la diferenciación progresiva, la retroalimentación,
etc.– son aplicables a grandes rasgos a sistemas materiales, psicológicos y socioculturales.
Conceptos Básicos de la Teoría General de Sistemas
AMBIENTE
Se refiere al área de sucesos y condiciones que influyen sobre el comportamiento de un sistema. En
lo que a complejidad se refiere, nunca un sistema puede igualarse con el ambiente y seguir
conservando su identidad como sistema. La única posibilidad de relación entre un sistema y su
ambiente implica que el primero debe absorber selectivamente aspectos de éste. Sin embargo, esta
estrategia tiene la desventaja de especializar la selectividad del sistema respecto a su ambiente, lo
que disminuye su capacidad de reacción frente a los cambios externos. Esto último incide
directamente en la aparición o desaparición de sistemas abiertos.
ATRIBUTO
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Se entiende por atributo las características y propiedades estructurales o funcionales que
caracterizan las partes o componentes de un sistema.
CIBERNETICA
Se trata de un campo interdisciplinario que intenta abarcar el ámbito de los procesos de control y de
comunicación (retroalimentación) tanto en máquinas como en seres vivos. El concepto es tomado
del griego kibernetes que nos refiere a la acción de timonear una goleta (N.Wiener.1979).
CIRCULARIDAD
Concepto cibernético que nos refiere a los procesos de autocausación. Cuando A causa B y B causa
C, pero C causa A, luego A en lo esencial es autocausado (retroalimentación, morfostásis,
morfogénesis).
COMPLEJIDAD
Por un lado, indica la cantidad de elementos de un sistema (complejidad cuantitativa) y, por el otro,
sus potenciales interacciones (conectividad) y el número de estados posibles que se producen a
través de éstos (variedad, variabilidad). La complejidad sistémica está en directa proporción con su
variedad y variabilidad, por lo tanto, es siempre una medida comparativa. Una versión más
sofisticada de la TGS se funda en las nociones de diferencia de complejidad y variedad. Estos
fenómenos han sido trabajados por la cibernética y están asociados a los postulados de R.Ashby
(1984), en donde se sugiere que el número de estados posibles que puede alcanzar el ambiente es
prácticamente infinito. Según esto, no habría sistema capaz de igualar tal variedad, puesto que si así
fuera la identidad de ese sistema se diluiría en el ambiente.
CONGLOMERADO
Cuando la suma de las partes, componentes y atributos en un conjunto es igual al todo, estamos en
presencia de una totalidad desprovista de sinergia, es decir, de un conglomerado (Johannsen.
1975:31-33).
ELEMENTO
Se entiende por elemento de un sistema las partes o componentes que lo constituyen. Estas pueden
referirse a objetos o procesos. Una vez identificados los elementos pueden ser organizados en un
modelo.
ENERGIA
La energía que se incorpora a los sistemas se comporta según la ley de la conservación de la
energía, lo que quiere decir que la cantidad de energía que permanece en un sistema es igual a la
suma de la energía importada menos la suma de la energía exportada (entropía, negentropía).
ENTROPIA
El segundo principio de la termodinámica establece el crecimiento de la entropía, es decir, la
máxima probabilidad de los sistemas es su progresiva desorganización y, finalmente, su
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homogeneización con el ambiente. Los sistemas cerrados están irremediablemente condenados a la
desorganización. No obstante hay sistemas que, al menos temporalmente, revierten esta tendencia al
aumentar sus estados de organización (negentropía, información).
EQUIFINALIDAD
Se refiere al hecho que un sistema vivo a partir de distintas condiciones iniciales y por distintos
caminos llega a un mismo estado final. El fin se refiere a la mantención de un estado de equilibrio
fluyente. "Puede alcanzarse el mismo estado final, la misma meta, partiendo de diferentes
condiciones iniciales y siguiendo distintos itinerarios en los procesos organísmicos" (von
Bertalanffy. 1976:137). El proceso inverso se denomina multifinalidad, es decir, "condiciones
iniciales similares pueden llevar a estados finales diferentes" (Buckley. 1970:98).
EQUILIBRIO
Los estados de equilibrios sistémicos pueden ser alcanzados en los sistemas abiertos por diversos
caminos, esto se denomina equifinalidad y multifinalidad. La mantención del equilibrio en sistemas
abiertos implica necesariamente la importación de recursos provenientes del ambiente. Estos
recursos pueden consistir en flujos energéticos, materiales o informativos.
EMERGENCIA
Este concepto se refiere a que la descomposición de sistemas en unidades menores avanza hasta el
límite en el que surge un nuevo nivel de emergencia correspondiente a otro sistema cualitativamente
diferente. E. Morin (Arnold. 1989) señaló que la emergencia de un sistema indica la posesión de
cualidades y atributos que no se sustentan en las partes aisladas y que, por otro lado, los elementos o
partes de un sistema actualizan propiedades y cualidades que sólo son posibles en el contexto de un
sistema dado. Esto significa que las propiedades inmanentes de los componentes sistémicos no
pueden aclarar su emergencia.
ESTRUCTURA
Las interrelaciones más o menos estables entre las partes o componentes de un sistema, que pueden
ser verificadas (identificadas) en un momento dado, constituyen la estructura del sistema. Según
Buckley (1970) las clases particulares de interrelaciones más o menos estables de los componentes
que se verifican en un momento dado constituyen la estructura particular del sistema en ese
momento, alcanzando de tal modo una suerte de "totalidad" dotada de cierto grado de continuidad y
de limitación. En algunos casos es preferible distinguir entre una estructura primaria (referida a las
relaciones internas) y una hiperestructura (referida a las relaciones externas).
FRONTERA
Los sistemas consisten en totalidades y, por lo tanto, son indivisibles como sistemas (sinergia).
Poseen partes y componentes (subsistema), pero estos son otras totalidades (emergencia). En
algunos sistemas sus fronteras o límites coinciden con discontinuidades estructurales entre estos y
sus ambientes, pero corrientemente la demarcación de los límites sistémicos queda en manos de un
observador (modelo). En términos operacionales puede decirse que la frontera del sistema es
aquella línea que separa al sistema de su entorno y que define lo que le pertenece y lo que queda
fuera de él (Johannsen. 1975:66).
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FUNCION
Se denomina función al output de un sistema que está dirigido a la mantención del sistema mayor
en el que se encuentra inscrito.
HOMEOSTASIS
Este concepto está especialmente referido a los organismos vivos en tanto sistemas adaptables. Los
procesos homeostáticos operan ante variaciones de las condiciones del ambiente, corresponden a las
compensaciones internas al sistema que sustituyen, bloquean o complementan estos cambios con el
objeto de mantener invariante la estructura sistémica, es decir, hacia la conservación de su forma.
La mantención de formas dinámicas o trayectorias se denomina homeorrosis (sistemas
cibernéticos).
INFORMACION
La información tiene un comportamiento distinto al de la energía, pues su comunicación no elimina
la información del emisor o fuente. En términos formales "la cantidad de información que
permanece en el sistema (...) es igual a la información que existe más la que entra, es decir, hay una
agregación neta en la entrada y la salida no elimina la información del sistema" (Johannsen.
1975:78). La información es la más importante corriente negentrópica de que disponen los sistemas
complejos.
INPUT / OUTPUT (modelo de)
Los conceptos de input y output nos aproximan instrumentalmente al problema de las fronteras y
límites en sistemas abiertos. Se dice que los sistemas que operan bajo esta modalidad son
procesadores de entradas y elaboradores de salidas.
Input
Todo sistema abierto requiere de recursos de su ambiente. Se denomina input a la importación de
los recursos (energía, materia, información) que se requieren para dar inicio al ciclo de actividades
del sistema.
Output
Se denomina así a las corrientes de salidas de un sistema. Los outputs pueden diferenciarse según su
destino en servicios, funciones y retroinputs.
ORGANIZACIÓN
N. Wiener planteó que la organización debía concebirse como "una interdependencia de las distintas
partes organizadas, pero una interdependencia que tiene grados. Ciertas interdependencias internas
deben ser más importantes que otras, lo cual equivale a decir que la interdependencia interna no es
completa" (Buckley. 1970:127). Por lo cual la organización sistémica se refiere al patrón de
relaciones que definen los estados posibles (variabilidad) para un sistema determinado.
MODELO
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Los modelos son constructos diseñados por un observador que persigue identificar y mensurar
relaciones sistémicas complejas. Todo sistema real tiene la posibilidad de ser representado en más
de un modelo. La decisión, en este punto, depende tanto de los objetivos del modelador como de su
capacidad para distinguir las relaciones relevantes con relación a tales objetivos. La esencia de la
modelística sistémica es la simplificación. El metamodelo sistémico más conocido es el esquema
input-output.
MORFOGENESIS
Los sistemas complejos (humanos, sociales y culturales) se caracterizan por sus capacidades para
elaborar o modificar sus formas con el objeto de conservarse viables (retroalimentación positiva).
Se trata de procesos que apuntan al desarrollo, crecimiento o cambio en la forma, estructura y
estado del sistema. Ejemplo de ello son los procesos de diferenciación, la especialización, el
aprendizaje y otros. En términos cibernéticos, los procesos causales mutuos (circularidad) que
aumentan la desviación son denominados morfogenéticos. Estos procesos activan y potencian la
posibilidad de adaptación de los sistemas a ambientes en cambio.
MORFOSTASIS
Son los procesos de intercambio con el ambiente que tienden a preservar o mantener una forma, una
organización o un estado dado de un sistema (equilibrio, homeostasis, retroalimentación negativa).
Procesos de este tipo son característicos de los sistemas vivos. En una perspectiva cibernética, la
morfostasis nos remite a los procesos causales mutuos que reducen o controlan las desviaciones.
NEGENTROPIA
Los sistemas vivos son capaces de conservar estados de organización improbables (entropía). Este
fenómeno aparentemente contradictorio se explica porque los sistemas abiertos pueden importar
energía extra para mantener sus estados estables de organización e incluso desarrollar niveles más
altos de improbabilidad. La negentropía, entonces, se refiere a la energía que el sistema importa del
ambiente para mantener su organización y sobrevivir (Johannsen. 1975).
OBSERVACION (de segundo orden)
Se refiere a la nueva cibernética que incorpora como fundamento el problema de la observación de
sistemas de observadores: se pasa de la observación de sistemas a la observación de sistemas de
observadores.
RECURSIVIDAD
Proceso que hace referencia a la introducción de los resultados de las operaciones de un sistema en
él mismo (retroalimentación).
RELACION
Las relaciones internas y externas de los sistemas han tomado diversas denominaciones. Entre otras:
efectos recíprocos, interrelaciones, organización, comunicaciones, flujos, prestaciones,
asociaciones, intercambios, interdependencias, coherencias, etcétera. Las relaciones entre los
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elementos de un sistema y su ambiente son de vital importancia para la comprensión del
comportamiento de sistemas vivos. Las relaciones pueden ser recíprocas (circularidad) o
unidireccionales. Presentadas en un momento del sistema, las relaciones pueden ser observadas
como una red estructurada bajo el esquema input/output.
RETROALIMENTACION
Son los procesos mediante los cuales un sistema abierto recoge información sobre los efectos de sus
decisiones internas en el medio, información que actúa sobre las decisiones (acciones) sucesivas. La
retroalimentación puede ser negativa (cuando prima el control) o positiva (cuando prima la
amplificación de las desviaciones). Mediante los mecanismos de retroalimentación, los sistemas
regulan sus comportamientos de acuerdo a sus efectos reales y no a programas de outputs fijos. En
los sistemas complejos están combinados ambos tipos de corrientes (circularidad, homeostasis).
Retroalimentación negativa
Este concepto está asociado a los procesos de autorregulación u homeostáticos. Los sistemas con
retroalimentación negativa se caracterizan por la mantención de determinados objetivos. En los
sistemas mecánicos los objetivos quedan instalados por un sistema externo (el hombre u otra
máquina).
Retroalimentación positiva
Indica una cadena cerrada de relaciones causales en donde la variación de uno de sus componentes
se propaga en otros componentes del sistema, reforzando la variación inicial y propiciando un
comportamiento sistémico caracterizado por un autorreforzamiento de las variaciones (circularidad,
morfogénesis). La retroalimentación positiva está asociada a los fenómenos de crecimiento y
diferenciación. Cuando se mantiene un sistema y se modifican sus metas/fines nos encontramos
ante un caso de retroalimentación positiva. En estos casos se aplica la relación desviaciónamplificación
(Mayurama. 1963).
RETROINPUT
Se refiere a las salidas del sistema que van dirigidas al mismo sistema (retroalimentación). En los
sistemas humanos y sociales éstos corresponden a los procesos de autorreflexión.
SERVICIO
Son los outputs de un sistema que van a servir de inputs a otros sistemas o subsistemas
equivalentes.
SINERGIA
Todo sistema es sinérgico en tanto el examen de sus partes en forma aislada no puede explicar o
predecir su comportamiento. La sinergia es, en consecuencia, un fenómeno que surge de las
interacciones entre las partes o componentes de un sistema (conglomerado). Este concepto responde
al postulado aristotélico que dice que "el todo no es igual a la suma de sus partes". La totalidad es la
conservación del todo en la acción recíproca de las partes componentes (teleología). En términos
menos esencialistas, podría señalarse que la sinergia es la propiedad común a todas aquellas cosas
que observamos como sistemas.
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SISTEMAS (dinámica de)
Comprende una metodología para la construcción de modelos de sistemas sociales, que establece
procedimientos y técnicas para el uso de lenguajes formalizados, considerando en esta clase a
sistemas socioeconómicos, sociológicos y psicológicos, pudiendo aplicarse también sus técnicas a
sistemas ecológicos. Esta tiene los siguientes pasos:
a) observación del comportamiento de un sistema real, b) identificación de los componentes y
procesos fundamentales del mismo, c) identificación de las estructuras de retroalimentación que
permiten explicar su comportamiento, d) construcción de un modelo formalizado sobre la base de la
cuantificación de los atributos y sus relaciones, e) introducción del modelo en un computador y f)
trabajo del modelo como modelo de simulación (Forrester).
SISTEMAS ABIERTOS
Se trata de sistemas que importan y procesan elementos (energía, materia, información) de sus
ambientes y esta es una característica propia de todos los sistemas vivos. Que un sistema sea abierto
significa que establece intercambios permanentes con su ambiente, intercambios que determinan su
equilibrio, capacidad reproductiva o continuidad, es decir, su viabilidad (entropía negativa,
teleología, morfogénesis, equifinalidad).
SISTEMAS CERRADOS
Un sistema es cerrado cuando ningún elemento de afuera entra y ninguno sale fuera del sistema.
Estos alcanzan su estado máximo de equilibrio al igualarse con el medio (entropía, equilibrio). En
ocasiones el término sistema cerrado es también aplicado a sistemas que se comportan de una
manera fija, rítmica o sin variaciones, como sería el caso de los circuitos cerrados.
SISTEMAS CIBERNETICOS
Son aquellos que disponen de dispositivos internos de autocomando (autorregulación) que
reaccionan ante informaciones de cambios en el ambiente, elaborando respuestas variables que
contribuyen al cumplimiento de los fines instalados en el sistema (retroalimentación, homeorrosis).
SISTEMAS TRIVIALES
Son sistemas con comportamientos altamente predecibles. Responden con un mismo output cuando
reciben el input correspondiente, es decir, no modifican su comportamiento con la experiencia.
SUBSISTEMA
Se entiende por subsistemas a conjuntos de elementos y relaciones que responden a estructuras y
funciones especializadas dentro de un sistema mayor. En términos generales, los subsistemas tienen
las mismas propiedades que los sistemas (sinergia) y su delimitación es relativa a la posición del
observador de sistemas y al modelo que tenga de éstos. Desde este ángulo se puede hablar de
subsistemas, sistemas o supersistemas, en tanto éstos posean las características sistémicas (sinergia).
TELEOLOGIA
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Este concepto expresa un modo de explicación basado en causas finales. Aristóteles y los
Escolásticos son considerados como teleológicos en oposición a las causalistas o mecanicistas.
VARIABILIDAD
Indica el máximo de relaciones (hipotéticamente) posibles (n!).
VARIEDAD
Comprende el número de elementos discretos en un sistema (v = cantidad de elementos).
VIABILIDAD
Indica una medida de la capacidad de sobrevivencia y adaptación (morfostásis, morfogénesis) de un
sistema a un medio en cambio.
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